Por Ana Gutiérrez
Conocidos como ciclones tropicales, el huracán es uno de los fenómenos meteorológicos más severos, se trata de sistemas de baja presión con actividad lluviosa y eléctrica cuyos vientos rotan anti horariamente. Dependiendo de la velocidad del viento hay diferencias entre un fenómeno y otro, la depresión tropical agrupa nubosidad y lluvia pero las bandas espirales no están bien delimitadas, la tormenta tropical es un sistema atmosférico con una mejor estructura con bandas espiraladas convergentes hacia el centro del sistema.
Cuando ocurre un desastre de tal magnitud, la predicción meteorológica se convierte en mucho más que un servicio social es una cuestión de seguridad, mientras se pueda calcular la fuerza y magnitud del acontecimiento podrá existir mayor prevención, ya que en ocasiones la fuerza con la que arrasa todo es implacable.
Para suministrar y difundir avisos de fenómenos adversos contamos con la ayuda del Instituto Nacional de Meteorología (INM) que dispone de un modelo de área limitada que abarca todo el Atlántico Norte, Europa y Norte de África, y que se procesa en un ordenador cuatro veces al día», apunta el subdirector de predicción Jesús Patán Torres.
De esta forma han podido percatarse de los desastres naturales que han ocurrido en América. Es complejo predecir el fenómeno con un mes o más de antelación, sin embargo los estudios del instituto muestran que es posible prever el desastre con 10 días de antelación.
“Estudiando el ciclo característico de cada fenómeno adverso se pueden predecir en mayor o menor medida. Los huracanes se producen entre mayo-junio y octubre, no en invierno, por estar el agua del mar más fría” Señala el subdirector.
Por otra parte la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera de Estados Unidos NOAA también ha previsto los desastres que se pueden producir durante el año en curso señalando que la temporada comienza en Junio y termina el día 30 de Noviembre.
La previsión de este fenómeno, que tiene consecuencias globales como las fuertes inundaciones de Australia de comienzos de 2011, se origina desde la cultura maya ya que la palabra huracán, proviene del vocablo hurakan, nombre de un Dios creador quién según las creencias de dicha cultura esparció su aliento a través de las caóticas aguas del inicio formando por tal motivo la Tierra.
Sin embargo en contraparte de los mayas la destrucción que puede provocar un fenómeno así es demasiada, por lo cual es un tema delicado no solo por la dificultad que implica predecir un huracán sino por las consecuencias devastadoras que puede ocasionar en diversas partes como México delimitado por los océanos Pacífico y Atlántico.
El pasado Miércoles 25 de Mayo, Antonio Vivanco Casamadrid, director general de la Comisión Federal de Electricidad aseguró que el organismo público está listo para enfrentar cualquier eventualidad, esto durante una visita a Cancún, en el marco de la reunión previa para la verificación en caso de Contingencia de Huracanes.
El funcionario aseguró a grupo SIPSE que la Comisión se encargará de velar por la tranquilidad de los ciudadanos en Cancún, sin estar incluidas otras zonas de la República Mexicana que también tienen un perfil de riesgo.
La predicción de la NOAA para la temporada de 2011 consta en promedio de entre 12 y 18 tormentas tropicales, de las cuales entre 6 y 10 se convertirían en huracanes. Entre estos últimos podría haber entre 3 y 6 que llegarían a ser grandes huracanes, es decir huracanes de categoría 3 o superior.
La predicción de la temporada de huracanes de 2011 de la NOAA coincide con las previsiones que hacen la Universidad de Pennsylvania, que apunta a 16 tormentas, la Universidad de Carolina del Norte, que apuesta por entre 13 y 16 tormentas tropicales de las que entre 7 y 9 serían huracanes, y la Universidad de Colorado, que predice un total de 17 tormentas, de las cuales 9 serían huracanes y entre ellos habría 5 que superarían la categoría 3.
Puede que sea un año de bastante actividad con los pronósticos para este 2011por lo que la responsabilidad de las zonas en riesgo radica en la preparación que tengan si es que existe la posibilidad de aminorar los daños en zonas susceptibles como las Costas del Golfo, las islas del mar Caribe y las Costas Atlánticas de Estados Unidos.
Fuentes: